RUTAS TEMPORADA 2014-2015

sábado, 20 de marzo de 2010

Consejos básicos para el senderista Tomo 2

2.- Antes de andar debemos saber que...
El calzado es lo más importante para el senderista. Lo mejor para andar por los senderos son las botas de montaña. Estas botas han de ser ligeras, cómodas, fuertes, con una suela gruesa y dura. La bota ha de combinar la dureza para proteger el pie de golpes de piedras, y al mismo tiempo la flexibilidad, para que la marcha sea lo más cómoda posible. Las botas han de disponer de un dibujo para que se adhiera a cualquier superficie. El tobillo ha de estar bien protegido para que evite torceduras, esguinces y rascadas. Muy importante, la punta del pie no ha de tocar la punta de la bota, pueden salir llagas. Las botas más cómodas son las fabricadas con cuero o material sintético. El más utilizado es el gore-tex, un material que impide que el agua penetre dentro de la bota, este material no necesita mantenimiento y es impermeable. Al terminar la marcha es recomendable airear las botas. Los calcetines, es importante que no lleven costuras, relieve y que no sean muy grandes para evitar las fastidiosas ampollas. Es recomendable utilizar calcetines de lycra que expelen el sudor y mantienen el pie seco.




En cuanto a la alimentación, antes de salir a andar hay que ingerir alimentos para que nuestro organismo pueda aguantar el esfuerzo que se realizará posteriormente. Los alimentos han de ser ricos en hidratos de carbono y algo de azúcar. Durante la marcha es bueno llevar alimentos de fácil asimilación, como barritas de chocolate, barras energéticas, galletas, chocolate, frutos secos, frutas deshidratas o frescas. Al final de la marcha hay que reponer toda la energía perdida con una comida variada y de fácil digestión.


La hidratación es uno de los factores que hay que tener más en cuenta. Los especialistas afirman que es casi más importante beber que comer. No hay que esperar a tener la sensación de sed. Lo idóneo es ir bebiendo agua cada veinte minutos y así evitar la deshidratación. La cantimplora ha de estar siempre dentro de la mochila, es preferible dejar en casa otras cosas, pero nunca la cantimplora con agua.



Para poder disfrutar bien de la naturaleza es importante tener una forma física aceptable. La semana antes de la marcha es bueno hacer algo de ejercicio para empezar a tonificar la musculatura y evitar que ésta se quede agarrotada ante la primera adversidad. Es también un buen consejo estirar un poco la musculatura antes y después de la caminata. El senderismo no requiere una excelente preparación física, pero tampoco es bueno limitar el ejercicio a las salidas de los domingos.



La vestimenta más adecuada es aquella que sea ligera, amplia y que permita libertad de movimientos. La impermeabilidad y la transpiración son dos características que nuestro equipo debe poseer. Es importante no olvidarse del chubasquero, que no pesa mucho y ocupa un volumen reducido.



El tamaño de la mochila depende de la duración de la salida. Normalmente si ésta es de un día, la mochila ha de ser pequeña o mediana pero con suficiente espacio para albergar todo lo que se requiera. Para que sea más agradable cargarla es preferible que la espalda sea acolchada y que el cinturón sea ancho y también acolchado. Existe la mala costumbre de colgar objetos al exterior de la mochila, esta práctica no es nada recomendable, ya que nos desestabiliza y no permite que la marcha sea todo lo fluida que se desea.



Dentro de la mochila hay que llevar cremas solares (ya mencionadas), protector labial, pañuelo para el cuello, gafas de sol y gorra con visera. A parte de estos elementos es necesario cargar con un botiquín que sea básico. Las vendas, material para curas, aguja e hilos para tratar ampollas, paracetamol, colirio y pomadas antiinflamatorias

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