Ruta Sierra Espuña

Este fin de semana pudimos acudir a la gran ruta de Sierra Espuña, ruta que, curiosamente, se perdió Jose Enrique (¿coincidencia? no lo creo), por lo tanto, Ñoño (más conocido como Ñiooooooooooooñoooo) fue nuestro guía en esta ruta, también conocida como 'El Atajo'. Antes de empezar la ruta en sí, pasamos por un puente colgante de los de Indiana Jones, pero la ruta comenzaba con una cuesta que ni la de Enero, y, tras repetidas paradas para almorzar (almorzamos más de una vez) y un avistamiento de Muflones (para los de la LOGSE: Cabras) allá en lo alto de las montañas, llegamos arriba del tó, a los pozos de la nieve de Murcia, porque los de Cartagena estaban por otro sitio (ya conocen el dicho: 'Cartagena pueblo, Murcia capital'...), aderezado en todo momento con insinuaciones del tipo '¿Queréis una cerveza?' de los portadores de las bebidas. Y fue allí donde nos pegamos la hartá a comer. Tortillas, habas, ensalada... incluso conejo frito (¿o era pollo?). Luego, más alegres (claro, teníamos la panza llena), nos disponíamos a bajar para terminar la ruta.

Fue entonces cuando empezamos a descender por un sendero, y digo sendero por decir algo, porque el que no atajó por aquel camino que tire la primera piedra. A raíz de eso, llegó la temida frase: 'Vamos a atajar por aquí'. Aquello pasó a convertirse en un episodio de Pekín Express o Desafío Extremo, en un paisaje que recuerda mucho a la muerte de Boromir en El Señor de los Anillos:

Pero al final pudimos divisar la carretera, eso sí, llegamos a ver desde cadáveres de Carneros (pa los de la LOGSE: Cabras y/o Cabrones) a Círculos de Druidas, con sus correspondientes aclimataciones de IKEA (léase sillón, sofá, y el Plus p'al salón). Cuando llegamos a carretera, sólo tuvimos que bajar dos cuestas largas (o veinte muy cortas, según se mire) para llegar al punto de partida, bendita sensación. Y luego, una de dos: o había gente con hambre, o sobraron cervezas, porque la verdad es que antes de irnos un par de muslos de conejo/pollo sí que nos comimos, y mi angustia por no poder ver el fútbol (que por cierto, perdería el Murcia) fue mermada antes de lo esperado.

Aquí un par de fotos que he sacado del Gugle (o Google para los anglosajones):

Aquí los Pozos de la Nieve a vista de pájaro.

Esto es el Hospital de Tuberculosos, en el que supuestamente hay fantasmas. Ya sabemos dónde se esconde Ramón Calderón...
Y tras una larga y cansada jornada de senderismo el presi duerme placidamente de regreso a tierras fortuneras.

PD: No he puesto fotos porque no me habéis mandado, así que si me las mandáis las subo todas aquí. Manden un SMS con la palabra Foto al 0708, o si lo prefieren mandenme las fotos a la siguiente dirección de correo: carlosfutbolitis@hotmail.ES (y es .ES, no .com, ¿eh?.

Ale, ¡a difundir el blog!